¿Cómo usar la manta eléctrica y durante cuánto tiempo?

Calentarnos en el sofá con una agradable manta eléctrica es todo un placer para nuestro cuerpo durante las noches de frío. Con ella podemos disfrutar de un momento cálido en nuestro sofá o relajar nuestros músculos. En este artículo de ECO-DE te mostramos cómo usar la manta eléctrica y durante cuánto tiempo.

¿Qué es una manta eléctrica?

La manta térmica es un accesorio de tela gruesa con un interior de resistencia eléctrica recubierta de material aislante que se usa para dar calor a una parte del cuerpo o para protegerse del frío en la cama. Su uso tiene múltiples beneficios para nuestro cuerpo. Además de ayudarnos a relajarnos, dormir mejor y calentar la cama antes de irnos a dormir, con su aplicación se alivia el dolor cervical, lumbar y otras molestias musculares, así como la artritis o la ciática, entre muchas otras dolencias.

¿Cómo funciona la manta eléctrica?

A la hora de usar una manta eléctrica lo primero que debes hacer es leer las instrucciones de uso con las que viene. Cada modelo de manta es distinto y, por ello, en las instrucciones encontrarás cómo usarla de forma adecuada, guardarla y conservarla con garantías.

Todas las mantas eléctricas cuentan con un enchufe que debe conectarse a la luz y, por ello, a nivel general se debe llevar mucho cuidado con las sobrecorrientes y el uso inadecuado de este tipo de accesorios. También disponen de un termostato que regula la temperatura. Transforman la energía eléctrica en calor por medio de los cables distribuidos de forma homogénea por toda la superficie.

Así, cuando se vaya a hacer uso de una manta térmica y tras leer las instrucciones, debemos conectarla a la toma y ajustar el calor deseado con el control remoto. Tras unos minutos, la manta se calienta y se puede colocar en la zona deseada.

Si vas a usar la manta para calentar la cama, debes colocarla sobre las sábanas y nunca debajo estas. Tampoco la puedes colocar encima de otra manta. Así, se garantiza seguridad y no se reducen sus beneficios. A la hora de colocar la manta para tratar algún tipo de inflamación muscular, lo mejor es aplicarla directamente sobre la piel.

Asimismo, a nivel general, se recomienda no colocar ningún objeto sobre la manta mientras se usa, desconectarla de la toma para lavarla, no encenderla plegada y no usarla mientras está mojada.

En algunas ocasiones, solo la podrás lavar a mano, si la cobertura lo exige o si la manta está deteriorada. Para ello, deberás sumergirla en agua fría con detergente suave y frotarla durante dos minutos. Tras ello, se deja remojar 15 minutos y, finalmente, se enjuaga y escurre. Si se puede lavar en la lavadora deberá ser con una pequeña cantidad de detergente y en un programa corto.

¿Cuánto tiempo se pone la manta eléctrica?

Si quieres usar la manta térmica para aliviar dolencias musculares, es importante consultar con un profesional que te recomiende el uso más adecuado para tratar tu dolor. No obstante, a nivel general el uso de la manta eléctrica no debe superar los 20 minutos seguidos, si bien la podemos aplicar varias veces al día, especialmente tras un masaje o la aplicación de una crema.

Si, por el contrario, vas a usar la manta térmica para calentar la cama, la podrás dejar sobre la sábana durante más tiempo, controlando la potencia y el tiempo de utilización. Si eres de los que se queda dormido con facilidad, te recomendamos que programes el apagado automático. Así, la estarás usando con total seguridad.

¿Cuánto consume una manta eléctrica?

Las mantas eléctricas generalmente tienen entre 100 y 150 vatios de potencia, de manera que con un uso razonable de la manta, el consumo no será muy elevado. 

Así, por ejemplo, si tenemos una manta eléctrica de 150 vatios de potencia y la usamos 6 horas cada noche durante 4 meses, el consumo que nos va a suponer será de 108 kWh anuales, un consumo nada excesivo en comparación con otros electrodomésticos como por ejemplo la lavadora, que por hora tiene un consumo anual de unos 547,5 kWh.  

Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), una vivienda consume al año unos 2.670 kWh en calefacción, lo que equivale a 381,81 euros y con el uso de la manta eléctrica podríamos reducir esa cifra. De hecho, con una manta de 150 vatios, tener la cama caliente todo el año cuesta unos 15, 40 euros al año. La manta eléctrica nos proporciona sensación de calor y nos va a permitir bajar el termostato algunos grados o incluso quitarlo por la noche, ahorrando así energía.

¿Cómo elegir una manta térmica?

A la hora de comprar una manta eléctrica, debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Tamaño: las medidas vendrán condicionadas por su usos.
  • Peso: comprueba que la cobertura no sea demasiado gruesa.
  • Material: se pueden encontrar mantas eléctricas de lana, fibras de poliéster o fibra polar.
  • Potencia: existen modelos con distintos niveles de potencia, si bien la mayoría de mantas tienen una potencia que ronda los 100-160 vatios. A mayor potencia, antes se calienta la manta.
  • Seguridad: es esencial comprobar que la manta cumple con todos los requisitos de seguridad y normas para evitar que se sobrecaliente.
  • Funcionalidad: existen modelos de cobertura con distintas funciones, así como calefacción ajustable en distintas zonas o indicadores luminosos.
  • Mantenimiento: elige una manta con una caja de control desmontable y un material textil que se pueda lavar.
  • Precio: el precio de la manta varía en función de la calidad y el tamaño.

En ECO-DE, puedes encontrar distintas mantas eléctricas y calienta camas de una buena relación calidad-precio , así como la manta eléctrica 180x130cm, una manta doble de tacto suave con 3 niveles de temperatura. 

ECO-DE Manta eléctrica marrón 180x130cm

¿Qué ventajas tiene el uso de la manta eléctrica?

Las mantas eléctricas nos proporcionan una serie de ventajas que las convierte en un electrodoméstico de interés.

  • Proporcionan calor de forma rápida y localizada: podemos calentar la cama para dormir calientes por la noche.
  • Alivio de dolencias musculares: práctica para aliviar dolencias musculares que requieran un calor suave y constante.
  • Consumo reducido: su consumo es reducido en comparación con el de otros electrodomésticos, en especial los aparatos de calefacción, siendo una opción fácil y funcional para calentar la cama.
  • Higiénicas: se pueden lavar en la lavadora o a mano, siguiendo las instrucciones del fabricante.
  • Ligeras: se pueden transportar fácilmente y guardar.

Y estos son los puntos esenciales sobre la utilidad de una manta eléctrica. Esperamos que este artículo de ECO-DE te haya resultado útil para que puedas utilizar la manta eléctrica de forma segura y le des a tu cuerpo esa relajación que merece.

Referencias:

Endesa. Cómo funciona y cuánto gasta una manta eléctrica. https://www.endesa.com/es/blog/blog-de-endesa/luz/manta-electrica. Consultada en agosto de 2023.

Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE). Consumos del Sector Residencial en España. https://www.idae.es/uploads/documentos_Documentación_Basica_Residencial_Unido_c93da537.pdf. Consultado en agosto de 2023.

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