Colchones

Los expertos en descanso recomiendas que debemos cambiar nuestros colchones cada 8 a 10 años, tanto por higiene como por comodidad. Esto se debe a que con el paso del tiempo y los usos, los componentes de los colchones pierden calidad y efectividad, hasta el punto de llegar a perjudicar el descanso de los usuarios. Por ello, es necesario llevar a cabo un desgaste progresivo y homogéneo, girando y rotando el colchón cada cierto tiempo.

Además, para poder mantener por más tiempo la calidad del colchón, es necesario contar con una base de calidad, adecuada al tipo de colchón.

Lo primero de todo, debemos tener en cuenta que nunca debemos comprar un colchón guiándonos únicamente por el precio. Además, cuando hablamos de colchones, no existe una ciencia exacta o una recomendación universal para todos los usuarios. La elección de un colchón debe estar formada en base a unas preferencias, necesidades y hábitos de descanso de cada usuario. Ya que lo que es perfecto para una persona, puede provocar dolores de espalda en otra.

Por todo esto, a la hora de decidir cuál es el mejor colchón para cada persona, debemos tener en cuenta la postura que adoptamos cuando dormimos (siempre suele ser la misma, con pequeñas variaciones), nuestro peso y estatura corporal, si nos movemos mientras dormimos o si somos muy calurosos o frioleros.

A la hora de elegir el colchón en el que dormiremos los próximos 8/10 años debemos tener en cuenta una serie de reglas generales, como:

• Si eres una persona pesada, los colchones blandos no son recomendables.
• Si duermes de lado, mejor no elegir un colchón duro.
• Si eres una persona calurosa, lo mejor son los colchones de muelles, que son más frescos. Mientras que los de espuma son los mejores para las personas frioleras.
• Si te mueves mucho mientras duermes, lo mejor es elegir un colchón que no se deforme demasiado.
• Si eres una persona con alergias, es preferible elegir un colchón de látex.